jueves, 6 de marzo de 2014

TAL VEZ SEA YO




De esas veces que me siento a pensar; pensar en ti, en el nosotros y en el qué pasará, queriendo buscar respuestas, haciéndote preguntas que tal vez solo no quieres responder. Hoy vengo simplemente a hacerla de adivino y tratar de responder a mis propias preguntas, por ejemplo ¿a quien quieres..?


Pienso que quieres a alguien que no haga tantas preguntas, que no sea adicto a la verdad absoluta. Alguien que te deje andar descalza por donde quieras, que te bese la frente y si tienes sueño se pare a apagar la luz, para dormir abrazados o no. Para quererse con el cuerpo o no.


Alguien que te vea y te desenrede. Que no te diga lo que quieres, sino lo que necesitas escuchar. Pero eso sólo a veces, una vez al mes o cuando tengas ganas de quererlo sin remedio. Que no soporte verte llorar pero te bese cada lágrima con una paciencia atroz. Que se quede sin palabras al escucharte cantar, porque lo haces fatal o porque le pareces divina.


Alguien a quien necesitar bonito, sin sufrir por no estar, sin dejar de hacer por no sentirte acompañada. Alguien que admire a cada una de las que eres, que las consienta a todas, les traiga un libro, o un beso, o una canción o también un chocolate. Que procure tus malos hábitos, que los haga suyos, que se ría de ellos y los enaltezca. Que te tome de la mano cuando estas equivocada, que sienta el vértigo a tu lado; que si duda, no sea de ti.


Alguien que escriba para ti, que te cuide el sueño, o te lo quite, o lo haga realidad. Que no espere ir en línea recta, que se atreva a emprender aventuras inútiles, que se divierta a costa de los errores de los dos.


Alguien que buscando pretextos, encuentre motivos. Que te mire cuando no te das cuenta, que te haga cosquillas despacito y no te invente nombres de cariño, que te llame como eres porque suena bonito y ya. Que no quiera rescatarte. Que desnude tus instintos sin quitarte la ropa.


Alguien que te haga sentir el amor, mientras recostada en sus brazos, con la cabeza sobre sus hombros, lloras el final de tu película favorita. Que no aprenda a bailar pero lo intente porque sabe que te hará feliz, que comparta contigo los simbolismos necesarios para no olvidarse jamás. Que no te ate a él, pero te invite a hacer lo posible por permanecer a su lado.


Alguien que sea y esté.


Tal vez alguien soy yo.