lunes, 25 de mayo de 2015

RESPUESTA, DE MÍ, PARA MÍ.

Últimamente he recibido diferentes comentarios sobre mi situación sentimental, unos buenos, otros malos, y algunos que parecen más envidia que otra cosa, pero si algo me enseñó San Juan Bautista de la Salle fue, a no preocuparme por lo que dice o piensa la demás gente de mí, nunca lo he hecho y no pretendo empezar ahora.

Y es que no me puedo imaginar a alguien en mi situación tomando otro tipo de decisiones, pero bueno, no soy muy normal que digamos.

"Nunca te había visto así", "¿No que era mejor estar solo?" “Tú por aquí y ella por allá” Son tres de las frases que más escucho, y creo que me gustaría aclarármelas a mí mismo porque no, nunca había estado así, nunca había estado en una relación como esta, una relación que no buscamos y aun así se dio de la mejor manera. No puedo poner en palabras todo lo que siento pero sí puedo decir que para mí es algo nuevo y pienso disfrutarlo el tiempo que dure. No sé si fuimos nosotros o fue el destino, tampoco busco explicaciones, solo quiero compartir todo lo que tengo, lo bueno, lo malo y hasta lo que no conozco.

Inconscientemente es común querer encontrar a alguien que llene todos los vacíos que traes cargando, que te haga feliz, que cumpla ciertas expectativas, o simplemente que te ayude a no estar solo, es común buscar afuera todo lo que no llevas dentro. No puedo hablar de relaciones ajenas que viven en constante conflicto pero según ellos se aman, conozco muchos ejemplos cercanos y ya viví una de esas, no me arrepiento porque gracias a eso aprendí muchas cosas sobre mí y sobre lo que busco en una pareja. Y otras muchas cosas de un par de buenos consejos de alguna persona.

Claro que es maravilloso estar solo cuando estás bien por dentro, y lo único que puede mejorarlo es un complemento, alguien con quien compartir, con quién seguir aprendiendo. Yo sé que al principio todo es color de rosa en muchas relaciones, pero lo nuestro no tiene nada de común, nada de pretencioso, ninguno aparenta, simplemente somos lo que somos cuando estamos juntos y cuando estamos lejos, nos aceptamos como va y seguimos conociendo cosas nuevas del otro, así, de manera natural, sin presiones, sin expectativas. Y si a esto le agregamos que el sexo es espectacular, ¿qué más podría pedir?

No sé si haya un libro sobre “Los diez pasos para llevar una perfecta relación sentimental”, y si lo hay, no me interesa leerlo.

Que quede claro algo, hablo por mí y para mí, desde lo que yo siento. En fin, si les dijeran que hay alguien con quien pueden encontrar un equilibrio emocional, sentimental, profesional y sexual, ¿se arriesgarían?

sábado, 16 de mayo de 2015

UN RÁPIDITO

¿Y si te digo que conmigo vale la pena arriesgarse? Tal vez sea complicado, o hasta difícil de creerlo, sólo quiero que te enteres de lo que siento.

Llevo mucho tiempo esperando el momento de querer bonito, de querer sin miedo, no sé si para siempre, pero podemos hacer el intento. De lo contrario, quedará el molesto, “¿Te imaginas lo que pudo haber sido?”

No te voy prometer que será perfecto, pero sí te puedo asegurar que lo haré de corazón, y con los sentimientos bien puestos.

viernes, 15 de mayo de 2015

AL TRANSCURRIR EL DÍA

Despertar a las 7 am, tomar un baño de agua fría, tan fría como sólo en San Cristóbal. Vestirme a medias para salir corriendo a comprar el desayuno en la panadería de la esquina, son esas cosas que no comparto con la mayoría. De ser así, no podría escribirte casi todos los días, inspirarme cuando cruzo el viaducto nuevo a las 12 del día para ir a almorzar, quedarme a la mitad mirando cómo pasan los autos con tanta prisa, imaginando cómo sería tenerte a mi lado, ver el sol reflejado en tus ojos, que cosa tan perfecta, tus ojos. Escribir esto mientras mi inconsciente prende uno imaginario y se olvida de todo para estar presente.
No podría desearte a medio día, estaría ocupado enviando registros a mi jefe porque se acerca la quincena, tal vez no tendría tiempo de disfrutar mi comida a media tarde, comería un menú de 150 en la fonda de doña Margarita, apresurándola para regresar a mi casa y responder los correos que saturan mi bandeja de entrada.
Cerca de las 6 pm tampoco podría sentarme a leer un libro de Murakami, mandarte una imagen o un pin diciéndote que testraño, que urge verte, que me urge besarte y quedarme tirado a tu lado toda la tarde viendo cómo te preparas para ser lo perfecta que sueles ser cuando te llenas de ti misma. Quizás no podría sentarme en una banca en la plaza de la universidad a las 8 pm a terminar de escribirte este texto, a esa hora lo común es estar atorado en el salón con insurgentes, mentando madres, sufriendo por llegar a descansar y olvidarme de todo lo demás. No, no podría desearte todo el día, tomarme el gusto de cruzar la ciudad a las 10 de la noche, para llegar a casa y comentarte cualquier estupidez.
De haber seguido el roll que en algún momento me impusieron no habría podido venirme a vivir solo, a conocer personas increíbles que me hicieron recordar el por qué ha valido la pena ser diferente, mucho menos habría aprendido que los celos a la hora de amar no son más que inseguridad, que las relaciones se tratan de compartir y de ser quien eres con la persona que quieres. Dicen que la vida te pone en donde debes estar, pero yo solo quiero ponerte aquí junto a mí, todo el día.

jueves, 7 de mayo de 2015

ENTRE PARÉNTESIS

La trascendencia en pareja también es posible, quítense de la cabeza eso de “amar los defectos del otro” y acéptense tal y como son, nadie tiene defectos de nada, nadie es mejor o peor que el otro, si realmente aman, ámense a ustedes mismos tal y como son, solo así podrán aceptar al otro y dejarán de ver virtudes y defectos que provienen de su propia proyección en cuanto a los juicios morales que han arrastrado desde que nacieron. Decirle a alguien que amas sus defectos no significa que tu amor vale más, significa que hay cosas que odias en esa persona pero estás dispuesto a soportar.
Si no empiezan por aceptarse a ustedes mismos, jamás podrán aceptar al otro y siempre lo verán en esa polaridad llena de virtudes y defectos. Si no empiezan por aceptarse, tarde o temprano sufrirán por querer cambiar a los demás.
Es gracias a la aceptación que se puede amar de manera total, sin ponerle comillas a las cosas gratas ni escribir entre paréntesis los malos momentos, sin elevar actitudes o socavar conceptos, es gracias a la aceptación que podemos ser simplemente lo que somos por sencillo que parezca, y desde ahí, amarnos es suficiente para compartir nuestra totalidad con cualquiera, desde ahí se ama la esencia, no las apariencias.