viernes, 15 de mayo de 2015

AL TRANSCURRIR EL DÍA

Despertar a las 7 am, tomar un baño de agua fría, tan fría como sólo en San Cristóbal. Vestirme a medias para salir corriendo a comprar el desayuno en la panadería de la esquina, son esas cosas que no comparto con la mayoría. De ser así, no podría escribirte casi todos los días, inspirarme cuando cruzo el viaducto nuevo a las 12 del día para ir a almorzar, quedarme a la mitad mirando cómo pasan los autos con tanta prisa, imaginando cómo sería tenerte a mi lado, ver el sol reflejado en tus ojos, que cosa tan perfecta, tus ojos. Escribir esto mientras mi inconsciente prende uno imaginario y se olvida de todo para estar presente.
No podría desearte a medio día, estaría ocupado enviando registros a mi jefe porque se acerca la quincena, tal vez no tendría tiempo de disfrutar mi comida a media tarde, comería un menú de 150 en la fonda de doña Margarita, apresurándola para regresar a mi casa y responder los correos que saturan mi bandeja de entrada.
Cerca de las 6 pm tampoco podría sentarme a leer un libro de Murakami, mandarte una imagen o un pin diciéndote que testraño, que urge verte, que me urge besarte y quedarme tirado a tu lado toda la tarde viendo cómo te preparas para ser lo perfecta que sueles ser cuando te llenas de ti misma. Quizás no podría sentarme en una banca en la plaza de la universidad a las 8 pm a terminar de escribirte este texto, a esa hora lo común es estar atorado en el salón con insurgentes, mentando madres, sufriendo por llegar a descansar y olvidarme de todo lo demás. No, no podría desearte todo el día, tomarme el gusto de cruzar la ciudad a las 10 de la noche, para llegar a casa y comentarte cualquier estupidez.
De haber seguido el roll que en algún momento me impusieron no habría podido venirme a vivir solo, a conocer personas increíbles que me hicieron recordar el por qué ha valido la pena ser diferente, mucho menos habría aprendido que los celos a la hora de amar no son más que inseguridad, que las relaciones se tratan de compartir y de ser quien eres con la persona que quieres. Dicen que la vida te pone en donde debes estar, pero yo solo quiero ponerte aquí junto a mí, todo el día.

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