Hoy es uno de esos días en los que me gustaría ser el borrador de una historia con punto final. Me gustaría leerme, subrayar las faltas ortográficas y todos los errores cometidos para reescribir cada parte, cada frase, mejor.
Hoy es uno de esos días en los que la incertidumbre llega para quedarse, en los que ser quien soy me confunde. Uno de esos en los que la vida te regala una serie de pruebas que no esperabas.
Ojalá todo fuera tan fácil como reescribir un diálogo que se descarrila en la tercer cuartilla. Ojalá existiera más prudencia en mi andar, pero, para bien o para mal, esto es lo que hay.
Hoy, es un día sin color.
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